El futuro es de los expertos, no hay duda. Aquellos que sean capaces de aportar valor a la sociedad serán aquellos profesionales que perduren, sin importar las modas del momento ni las tendencias de la sociedad.
Y, ¿cuáles son las claves esenciales para asegurar que aportarás un valor al mercado a través de tus clases online?
1) Identifica una necesidad no cubierta.
Aporta un valor que necesite el mercado, ofreciendo un curso que sea transformador, es decir, que no se base en puro aporte de información, sino que de verdad provoque una transformación en tus alumnos.
2) Da resultados.
Proporcionar buenos resultados generará clientes de por sí: un alumno satisfecho, con buenos resultados, encadenará al siguiente alumno.
Ofrecer cursos que no sean transformacionales y que sepas de antemano que no son buenos, no va a sustentarse en el largo plazo. Pueden ser rentables en el corto plazo, pero no vas a poder llegar más allá, no vas a poder crecer más, ya que habrás conseguido una mala fama y tus alumnos no volverán a comprar ningún otro curso tuyo. Además de la mala fama que puedes cosechar por internet.
3) Flexibilidad.
El experto tiene flexibilidad para decidir si trabajar para alguien, o si bien si prefiere emprender para crear su propia empresa. Cuando empieces a vender tus cursos online, conseguirás la libertad de decidir si quieres seguir el modelo del autoempleo (vender los cursos por tu cuenta), o si te compensa formar parte del personal de una academia o escuela.
4) Sentirse bien remunerado.
El experto se siente bien “pagado” por la labor que realiza, no necesariamente con dinero, ya que tiene clara su motivación y persigue su “por qué”.
En mi camino he tenido la gran fortuna de toparme con algunos docentes, con mucha vocación, que anteponían las necesidades de sus alumnos ante todo y no conocían mayor riqueza que ver los resultados de sus alumnos y sentir su agradecimiento.
Estas son las 4 claves esenciales que un experto deberá cumplir para tener asegurado su futuro. El futuro es de los expertos, aquellos que aportan valor al mercado y crean su propio océano azul, su nicho en el mercado donde desarrollar sus habilidades con una competencia reducida (o prácticamente inexistente).